Las células de nuestro organismo son la unidad básica de vida. Se agrupan formando tejidos, que a su vez constituyen los órganos como los pulmones, hígado, etc.

Normalmente, las células crecen y se dividen para formar nuevas células que el cuerpo necesita. Cuando envejecen y mueren, las células son reemplazadas por otras nuevas. A veces, este ciclo se puede alterar: las células no mueren cuando deberían y a su vez se crean nuevas sin control, de manera que el cuerpo dispone de un exceso de células que no necesita y no sigue el mismo patrón de división y muerte que las otras células normales. Estas células descontroladas pueden formar una masa o tejido que recibe el nombre de tumor.  Los tumores pueden ser benignos o malignos:

• Tumores benignos: no son cáncer. Las células no invaden otras partes del cuerpo, generalmente pueden ser extirpados y no suelen volver a aparecer.
• Tumores malignos: son cáncer. Las células pueden invadir tejidos cercanos o diseminarse por otras partes del cuerpo. Este proceso se denomina metástasis.

Factores desencadenantes de un cáncer

Actualmente se desconoce porqué unas personas desarrollan cáncer y otras no. La investigación científica muestra que existen ciertos factores de riesgo que incrementan la posibilidad de desarrollar cáncer.

El cambio de una célula sana a tumoral puede darse en casi cualquier parte del cuerpo y existen multitud de factores que pueden ser desencadenantes. Estos factores principalmente se dividen en dos grandes grupos, y pueden darse combinaciones de distintos factores a la vez:

– Factores genéticos: alteraciones en la secuencia de ADN que pueden dar lugar a mutaciones celulares. Los antecedentes familiares de cáncer y la edad son los más relevantes.

– Factores ambientales: son agentes externos que pueden afectar de forma nociva al organismo. Estos a su vez se dividen en 3 subcategorías:

  • Carcinógenos físicos: radiación ultraviolada, radiaciones ionizantes, …
  • Carcinógenos químicos: entran dentro de este grupo substancias como los bencenos, el arsénico o los componentes que contiene el humo del tabaco.
  • Carcinógenos biológicos: infecciones de ciertos virus, bacterias o parásitos. El hecho de que ciertos microorganismos y virus aumenten el riesgo de padecer cáncer no significa que este se pueda transmitir de una persona a otra. El cáncer no es contagioso.

Si quieres conocer más sobre la clasificación de los carcinógenos estudiados hasta hoy, pincha aquí.